miércoles, 22 de agosto de 2012

Echo de menos volar sobre el mismo cielo.

Yo solía volar con un ángel bajo el mismo cielo que hoy sigue sobre mí, amenazando con venirse abajo en cualquier momento.
Yo solía estar contento, solía creer que nada podría separarme de mi ángel.
Solía pensar que, jamás caería, y juramos permanecer juntos y cuidar el uno del otro por siempre.
Todo iba bien... Entonces, ¿Por qué no pudo seguir todo así? ¿Por qué mis alas tuvieron que romperse en ese momento, impidiéndome volar con él?
Mientras caía, todo se desvanecía, sabía que del suelo no me iba a mover, jamás me volvería a levantar.
Mi ángel me esperaba, seguía volando a mi alrededor, quería llevarme a un lugar lejos de aquí, donde los sueños se hacen realidad. pero, por desgracia, nunca me llevó.
Él debía seguir el camino sin mi compañía, sería doloroso, pero estaría bien. Y podría desear estar conmigo por siempre.
Vi como se marchaba, dejándome atrás, tumbado en el suelo. Con la esperanza de volver a verlo algún día.
Los días pasan, la lluvia ha caído sobre mí demasiadas veces. Él no ha vuelto. Nuestra promesa no se cumplió, y no se cumplirá. Debería haber llegado a ese lugar donde los sueños se hacen realidad... Quizás ya haya llegado... O quizás no haya logrado seguir. En cualquier caso, mi ángel ya no volverá... No, ya no.

Le echo muchísimo de menos.
Le echo de menos cada segundo, cada vez que llueve, cada vez que amaina, cada vez que anochece... Su recuerdo me persigue. Y yo sólo espero que mi ángel esté bien.

Y... ¿Qué hay de mí? Lo único que puedo hacer es esperar a que sus sueños se cumplan, aunque no sean los mismos que los míos.
Y aunque nunca más estemos juntos, yo seguiré esperando, esperando por siempre, esperando por ti.

~Sweet ~

sábado, 12 de mayo de 2012

Miedo.

No estoy solo, aún hay quien sigue aquí tumbado conmigo; llueve, y hay quien me está cubriendo. Lo pienso cada día, aún hay personas que siguen conmigo sea como sea, y que sé que no me abandonarían por nada, sé que aunque yo intente huir me lo impedirán... Entonces, ¿Por qué no me levanto? Sigo estando inseguro, no puedo evitarlo, soy así... No importa lo que haga o lo que piense, seguiré teniendo miedo. Miedo de fallar, miedo de volver a caerme, miedo de todo.
Miedo es lo que me impide ponerme en pie. Yo solo no puedo hacerlo, el miedo es el gran obstáculo en mi camino, un muro que yo no puedo romper, necesito ayuda, lo sé.
Viviré con esto guardado de lo más profundo en mi corazón, porque el miedo es lo único que nunca saldrá de aquí dentro.
Miedo de mí mismo, miedo a hacer daño, miedo al abandono, miedo al olvido, miedo a no poder seguir adelante. Miedo a querer escapar, miedo a la lluvia, miedo a que salga todo lo que está guardado, miedo a decir dos palabras que cuando se juntan crean algo más que eso, un sentimiento que puede transformarse, emociones que pueden explicarse con solo dos palabras. Dos palabras que pueden causar mucho daño aunque no sea eso lo que pretenden, dos palabras que resumen todo lo que tengo que decir, todo lo que puede volver a levantarme. Dos palabras que dejan que yo vuelva a estar en pie si salen del corazón.. Sólo dos palabras...


- Te quiero.
- ¿Quién eres?
- Soy esa persona que te ha estado siguiendo, quien se ha tumbado a tu lado cuando te habías cansado. Quien no quiere verte más así, quien va a cargar contigo, quien no dejará que te vengas abajo nunca más, soy quien logrará sacar todo lo que te has guardado todo este tiempo, y quien te dará un abrazo cuando lo necesites, quien siempre estará cerca tuya, quien te dará un beso sin que se lo pidas. Quien te hará sonreír de verdad, quien logrará que seas feliz; esa persona que quiere compartir contigo todo el dolor que estás aguantando, quien hará que saques afuera todo lo que tienes guardado.
- Eres un sueño, ¿Verdad?
- No.
- ¿Dónde has estado cuando me caí la primera vez?
- Siempre contigo, pero tú no me veías.
- Entonces eres un sueño, y los sueños sueños son...


...


Los sueños, sueños son, sí, es cierto, pero esto es distinto. ¿Sigo tumbado? He abierto los ojos, el sol ya se deja ver del todo, ya amaneció hace rato, ha dejado de llover...


Y yo estoy de pie, una vez más.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Lo Necesito.

Hay veces que desearía cambiar, me gustaría ser totalmente distinto a como soy ahora. Dejar de hacerme daño a mí mismo, y dejar de hacer daño a los demás. Lo necesito, necesito cambiar, pero yo solo no puedo.
No puedo porque soy débil, porque caigo fácilmente, porque me canso, porque me cuesta volver a levantarme cuando ya estoy en el suelo, y cada caída me duele más que la anterior, porque aunque normalmente las caídas suelen hacer más fuertes a las personas, a mí cada vez me hacen más débil, porque soy incapaz de no cometer mis errores una y otra vez. Por todo esto, yo solo no puedo cambiar de rumbo, necesito que alguien lo haga por mí, que sea capaz de llevarme a cuestas aunque me queje y diga que no quiero, que me suelte y me deje en el suelo. Porque me hace falta, lo necesito. Necesito que alguien me desvíe del camino que ahora estoy siguiendo, necesito que alguien me cubra cuando llueva, que me sujete cuando vaya a caerme, que consiga curar mis heridas.
Lo necesito, necesito alguien que me impida cometer más errores, que no me deje huir, y que pueda perdonar todo lo que haga.
Alguien que me dé un abrazo cuando lo necesite y pueda darme un beso sin que yo lo pida.


Porque yo no me encuentro bien, y necesito estarlo. Necesito poder sacar todo lo que guardo en mi interior, necesito expulsarlo de mi corazón para que deje de hacerme daño, para dejar de sufrir, para poder vivir tranquilo...


Estoy pidiendo ayuda, porque realmente lo necesito.
Creo que está empezando a llover...

martes, 8 de mayo de 2012

Sentimiento Olvidado.

Sigo notando un vacío enorme en mi interior. Ha empezado a llover aquí dentro. La lluvia cae empapando mi corazón de odio y ahogándolo de angustia. Y se aguanta, intenta aguantar todo lo que puede, dejándolo todo dentro. Impidiendo que las heridas se curen y las cicatrices desaparezcan haciéndose más grande. Porque aún sabiendo que así lo único que hago es hacerme daño a mí mismo, y por mucho que había dicho que iba a pensar sólo en mí... No puedo evitar pensar en los demás. Porque soy extraño, demasiado extraño, y si pudiese sólo la mitad del dolor que he causado para así aliviar los demás corazones, sería realmente feliz aun con ésta carga. Porque así lo único que hago es daño a quien no quiero. Porque no estoy a gusto, no me aguanto ni a mí mismo. Cada minuto que pasa es un infierno, y cada segundo una gota más de la lluvia infinita que me atormenta cada día. A veces deseo que deje de llover, a veces deseo abandonarlo todo y (perdón por la expresión) que le den al mundo. Porque sabéis que estoy cansado y ya no puedo más, porque quiero irme y no puedo, porque no quiero hacer daño a nadie y no dejo de hacerlo. Porque soy así y no puedo dejar de hacerlo, porque soy un egoísta y aunque lo necesario sea estar solo yo no quiero estarlo. Porque sé que mi corazón se acabaría rompiendo, y la lluvia que no me deja dormir se convertiría en tormenta. Y aunque volviera a recomponerlo no volvería a ser igual, porque hay piezas que ya no encajan. Porque hay veces que sé que yo sólo hago que llueva, porque sé que yo soy el culpable de todo el dolor que me causo a mí mismo y estoy causando, pero créeme, yo no quería que esto fuese así. Porque cada vez que pienso en todas aquellas personas que nunca me abandonaron, sé que aún voy a hacer mucho más daño, porque sé lo que se siente al saber que, alguien no es como yo esperaba. Porque mi ilusión está muriendo, porque mi corazón se está rompiendo, porque mis emociones están desapareciendo, y ése extraño de sentimiento de amor mi corazón ya lo ha olvidado. Porque estoy decepcionado de mí mismo, yo no quería convertirme en ésto, y sé que ahora mismo estoy a punto de hacerte una herida que no podrás reparar... Pero lo siento. Lo siento mucho, de verdad.

Esto es un aviso a todas las personas que aún siguen acompañándome pese a todo lo que he hecho hasta el día de hoy, si de verdad piensas acompañarme, debes saber que aún te queda mucho camino por recorrer a mi lado, y que si de verdad quieres seguir acompañándome, sufrirás mucho más de lo que has sufrido. Ésto no es más que el principio...~

Nuevo Cielo

Llevo tumbado en éste camino ya un tiempo, muchos de los que me acompañaban se han ido. Pero no estoy solo, algunas personas han preferido tumbarse a mi lado. Y aquí estamos, observando el cielo de noche, compartimos miradas a la luz de la luna llena: Se está bien aquí, es agradable, no hace frío.
Conforme pasa el tiempo algunas personas llegan y otras se van con ellas. Me dicen que vaya pero yo me niego. Estoy mejor aquí, ésta cálida noche parecía no tener fin.. Parecía, porque había quien aún aquí tumbado es capaz de abrazarme. Esto es algo que no entiendo, sin embargo, me hace feliz saber que aún alguien sigue a mi lado. Y cada vez que me lo recuerda, lloro de felicidad, porque sé que dice la verdad. Y por cada palabra, éste cielo oscuro que nos cubría se ha vuelto más claro. Parece que ha empezado a salir el sol. Un nuevo cielo me cubrirá a partir de ahora.~

viernes, 4 de mayo de 2012

Estoy Cansado. Final y Principio.

Hola a tod@s, lectores de Distant Memories,
escribo ésto para informaros de que iba a publicar una entrada que llevaba mucho tiempo queriendo escribir, pero que, por motivos que ahora voy a explicar, no la publicaré ni terminaré de escribirla.


Llevo mucho tiempo así, inseguro de mí mismo, de mis sentimientos, de mis emociones... No me entiendo.


No entiendo por qué soy así, por qué tengo que aguantar esto. Quizás me lo merezca, por todo el daño que he causado a tantas personas, por todo lo que he hecho a quien no lo merecía.
Quizás si entienda mi razón de ser, me he llevado ya tantas decepciones que mi corazón no aguanta ninguna más. Y es posible que la decepción más grande sea de ver en lo que me estoy convirtiendo. Un egoísta, un niño caprichoso, un cobarde, alguien que no tiene muy claro qué hacer con su vida.


No creo tampoco que todo sea culpa mía; el mundo me ha hecho así, los golpes que me he llevado deberían haberme hecho más fuerte... Pero sólo lograron ablandar la coraza que intenté que me protegiese. No puedo más, estoy cansado... Estoy tirado en un camino por el que pasan muchas personas. Algunas de ellas ni se fijan en mí. Otras pasan y me ven, pero no me levantan. También hay quien se para e intenta ayudarme a ponerme en pie, pero ya no quiero levantarme. Quiero que dejen de pasar personas por éste camino. He llegado hasta aquí, éste es mi límite. Me rindo. 


Probablemente, si estás leyendo esto, es porque eres una de esas personas. Seguramente, si lo estás leyendo porque yo te lo he dicho, es porque eres una de las personas que quiere ayudarme a ponerme en pie. Pero lo siento, estoy cansado, no puedo volver a levantarme, por mucho que me haya levantado otras veces, ésto es diferente, Soy yo quien se rinde. Abandono. No volveré a cometer el mismo error otra vez, no volver´re a levantarme más. Lo siento, pero está decidido. Ya sólo queda esperar ~

sábado, 10 de marzo de 2012

Ya estuve así antes.

¿Por qué? Ésta sensación... La he vivido antes.
Estas rosas... Las ví antes.
Este cielo, oscurecido por la noche, nublado aparentemente. Sin otra luz que la de la luna cuando no está tapada por nubes... Ya lo ví antes.
Ésta sensación de inseguridad, de inquietud, de tristeza, de culpa... La viví antes.
¿Por qué? No hice nada, o eso creo. Ésta pregunta... También me la hice antes.


Las puertas se han abierto, pero nadie puede entrar... Sólo una persona...
Ésta sensación la viví antes.


¿Por qué? ¿Por qué esa persona no viene a rescatarme? No lo sé. Lo único que sé es que este sueño ya lo viví antes. ¿O no es un sueño?


Rosas negras cubren un enorme campo bajo la luz de la blanca luna. Nubes impiden que ésta luz sea visible todo el tiempo. ¿Por qué, nubes, tapáis la única luz que queda en éste corazón agrietado, que sólo busca alguien que lo repare? No lo sé... Pero éste problema... Ya lo tuve antes.


Quizás si tú caminases a través de él, encontrarías la puerta abierta que te llevaría hacia todos sus secretos. Quizás si tú pudieses comprender que eres la persona que tiene la llave de mi alma, podrías ayudarme.
Tal vez si tú supieses tan sólo que te necesito, estarías conmigo.


Tal vez tú no lo sepas, pero yo sí lo sé... Ésto... 
Lo he vivido antes.

viernes, 2 de marzo de 2012

Sin título.

Últimamente, no me encuentro como siempre. Algo ha cambiado en mí, algo es diferente. 
No sé que me ocurre, quizás sea depresión, no estoy seguro. No me encuentro bien.


Los días pasan y, sin darme cuenta, mi vida se vuelve más y más dolorosa. 
Debería adentrarme en lo más profundo de mis pensamientos, en lo más profundo de mi corazón, allí donde ni los médicos ni los científicos, ni los psicólogos ni los filósofos pueden llegar. Sólo yo tengo el permiso para alcanzar tal lugar, probemos a encontrarlo.


Me he fijado en que, mi interior no es como lo imaginaba. Es otro mundo, otra fantasía, otro sueño, otra ilusión más que no debería cumplirse. Pero, a cambio de las demás, ésta se está cumpliendo. Y no me gusta.


¿Por qué debía ser yo? No culpo a nadie, sólo me hago ésta pregunta.
Mientras escribo éstos versos me imagino como tú, que estás leyendo ésto, podrás entender lo que siento yo ahora. No es algo muy agradable. Es un sabor amargo, extraño, que no puedo describir con palabras.


Mi mundo está dividido.
Probablemente si me pusiese a medir las partes, serían totalmente idénticas, por que ambas tienen igual peso en mí. Sin embargo, éstas partes no tienen en mí el mismo efecto. 
Una de estas partes, no sé qué sensación me produce, me desagrada mucho. Es distante y no deja de hacerme sentir mal. Debería desaparecer. Es una parte de la que, aparentemente, puedo desprender de mi mundo. Sin embargo, hay algo que me dice que está mal hecho. Todo el odio que siento cuando veo ésta parte, se acaba transformando en tristeza y en culpa. Y hay una voz que me dice que no debo hacerlo. No puedo eliminarla de mi corazón, por que por mucho que yo lo intentase, sería incapaz de lograrlo.
Las heridas del corazón pueden curarse, pero siempre dejan cicatriz.


La otra de estas partes se diferencia de ésta en que la sensación que me produce es de incertidumbre, no comprendo a ésta parte. A veces me trae felicidad, otras tristeza... No tiene ningún término medio, siempre que recuerdo su existencia ocurre algo distinto. Es como una parte que se modela según cómo a ella le venga en gana. Parece que no tiene en cuenta mis emociones, simplemente, existe. Y no, no puedo desprenderme de ésta parte, pues por alguna razón, hay un juramento escrito que me lo prohíbe.


Otra de las partes de éste mundo es gris. No tiene color, pero quisiera colorearla. Ésto es posible, pero no es fácil. Es muy grande, tanto que no veo el final. Además por cada paso que doy, me cuesta más avanzar en el camino. La pintura se seca y tengo que volver atrás. A veces me deja entrar pero una extraña inercia hace que no pueda seguir pintando. 


Otra de estas partes me produce sensación de equilibrio. Siempre que alguna de las partes anteriores me falla, ésta última y no por ello menos importante, hace que me vuelva a encontrar como al principio. Supongo que por ello es la que tiene un color distinto a las demás.


Me he dado cuenta de que en éste, mi mundo, no hay centro. Quizás sea por que todas las partes son iguales de importantes. Quizás sea cierto. Quizás no.
Es más, si te fijas bien, ves que yo ahora mismo no estoy en ninguna de ésas partes. Me encuentro en otra arriba de todas, que me permite verlas todas. Supongo que ésta es la verdadera última parte, la parte que me mantiene vivo. Pues si cayese en alguna de las de abajo seguramente moriría. La altura es demasiado alta.


Ésta parte sólo tiene un problema, y es que no me soluciona nada, todas las emociones de las dmeás partes llegan aquí, y no me deja pensar con exactitud. A veces no siempre es la mejor opción quedarse al margen, por lo que ésta parte es capaz de bajar abajo y de moverme hacia las demás partes de mi interior. He de darle las gracias, pues sin ésta yo no podría escuchar todo lo que me dice mi corazón, ni todo lo que debería saber a cerca de mis sentimientos.


Seguramente, no haya sido capaz de mostrar a nadie lo que realmente quería escribir aquí, pero las palabras salen solas, he cambiado mucho lo que quería realmente escribir. Sin embargo, no me importa. Me encuentro mejor ahora.

domingo, 5 de febrero de 2012

Hoy, he acabado con todo.

Primer día.

Me encuentro de nuevo en mi primera habitación, esta vez algo cambiada. Sigue sin tener muebles, sigue siendo tan oscura, seguía siendo tan estrambótica como siempre. Esta vez no había ventanas, sólo una pequeña rendija de ventilación y un pequeño agujero que me permite ver el exterior.


Si me pongo a curiosear, diviso una gran capa de muros con pinchos afilados que impiden entrar o salir a nadie.
Volví a mi sitio, se estaba bien aquí, aunque nisiquiera oigo a mis vecinos, este lugar ya no me da miedo. Realmente se está bien. Me pregunto dónde estará la luz. Aunque, realmente, ya no me importa.


Me encuentro demasiado bien aquí, ¿Será una ilusión? No, no es una ilusión.
Estoy solo y me gusta, jamás me había encontrado tan perfectamente.


Mi alegría no duró mucho. Apareció una luz roja que me recordaba mucho a la luz azul que había perseguido tanto. Era ella. Sin embargo, ahora quemaba, me hacía daño, no sé cómo logró entrar. Cerré los ojos y grité.


Alguien llegó por una de las paredes. Un ser oscuro. Un esqueleto, ¿La muerte? Se parecía a ella, pero no era la muerte, era algo que incluso su presencia inculcaba respeto. La luz se fue.


Gracias a ese ser estaba bien, ya no quería volver a ver ni a oir nada respecto a la luz. Tapé con tablas el agujero para no volver a ver nada del exterior, y noté cómo grandes ramas cubrían de capas mi casa impidiendo que nada pudise entrar o salir.


Tal fué mi sorpresa cuando ése ser empezó a mirarme y a reírse de mí. ¿Qué ocurría? Se suponía que él me había salvado, ¿Por qué ahora actuaba así? Ya no me gustaba, le dije varias veces que se fuese, pero no se iba, entonces, empecé a llorar.


Lloraba y lloraba, no paraba de llorar, la tristeza se apoderaba de mí, y esta tristeza pronto se convirtió en dolor. Empezó a pegarme con una maza con varios clavos pegados. Había sangre en el suelo, era mi sangre. Estaba desangrándome. ¿Por qué? ¿Por qué? No dejaba de preguntármelo. Supongo que me lo merecía, aunque no sabía por qué..


Me cansé, me levanté y, con toda mi rabia, le quité el mazo y le pegué. Estaba furioso y cansado. Mi dolor se convirtió en rabia, y la rabia me hacía llorar del dolor que sentía por dentro.


¿Era mucho pedir que toda emoción me dejase en paz? No quería más emociones, no quería a nada ni nadie, quería estar sólo.

Segundo día.

Hoy, me he despertado en la misma habitación, parece que todo se ha despejado, parece que no hay nada ni nadie. Aunque sigo teniendo ese sentimiento de vacío, un sentimiento amargo, un sentimiento de culpa, me duele, me hace daño, estoy triste. 
Parece que no voy a poder salir de aquí, es posible que no vuelva a salir de aquí, y tampoco me interesa salir de aquí.
Voy a quedarme por siempre, jamás saldré. Una gran coraza de inemociones me protege, ya no volveré a cometer más errores. No cometeré ningún error. Nunca más.

Tercer día.

Ha pasado mucho tiempo, ya no tiene sentido seguir aquí. Aunque tampoco lo tiene salir, así que he decidido acabar con todo. A penas puedo moverme.
Hay una estaca a mi lado, es bastante grande, con un poco de fuerza podría atravesar la pared y toda la coraza, pero no haré eso, preferiré quedarme aquí. Voy a acabar con todo.


Cojo la estaca, y con las pocas fuerzas que me quedan, me la clavo en el pecho.
Duele, pero me reconforta saber que he acabado con todo, me reconforta saber que ya no tendré más problemas. Me reconforta saber que ninguna luz podrá entrar por la gran coraza  que me protege.
Me reconforta saber que esta vez nada ni nadie me salvará.
Me reconforta saberlo.

Hoy, he acabado con todo. ~