sábado, 7 de febrero de 2015

El camino de las sombras: Introducción

Sigo caminante en el sendero que parece interminable, por el que una vez partí y por el que nunca podre regresar.

Mi sombra me acompaña, pero no siempre. Se toma algunos descansos durante el día y descansa intermitente por la noche.
Sigue conmigo por obligación, pues no deja de ser sombra y no deja de estar atada a un cuerpo, un simbionte encadenado preso de mis pisadas, el tiempo, el espacio.
Y aunque pudiera liberarla, no lo haría; pues es mi única compañera en este solitario camino.

El viento viene de frente, golpeándome como si me quisiera detener, como si me estuviera pidiendo que me marche.

Pero, ¿Acaso no es este mi camino? ¿El que yo elegí? No hubo nadie para detenerme cuando decidí tomarlo, ni siquiera había un cartel indicando hacia donde me dirijo. 

Nota del autor: Llevaba ya mucho tiempo sin escribir y estoy algo oxidado... Espero que sirva de excusa ante este reducido texto. Antes de nada, he de dar las gracias a todas aquellas personas que aun hoy día siguen leyendo y seguían esperando una nueva entrada. Aquí la tenéis, una de las muchas que publicare este año.
Todo este tiempo sin escribir se ha debido a una falta de inspiración para ello, no tenia tiempo para dedicarlo a mi mismo, a estar a solas frente la pantalla del ordenador y el teclado con mis pensamientos.
No he vuelto, pues nunca me he ido y no tengo intención de hacerlo.
Lamento la tardanza, me volveréis a leer pronto, o eso espero.

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