martes, 20 de septiembre de 2011

Carta a mi Corazón

Querido Corazón, soy yo, soy a quien permites seguir viviendo en este mundo, un mundo de mentiras, odio, rencor, miedo, violencia... Soy aquél que sin tí, no podría seguir viviendo.
Debes saber ya tan bien como yo, que no soy tu dueño, pues tú siempre has querido hacer lo que te ha parecido. Me obligas a vivir pese a que yo no quiera, me obligas a ser alguien que yo no quiero ser, me obligas a sentir emociones que tampoco quiero, y me has hecho perder todo sentimiento ajeno a los que tú me obligas a tener.
He de decirte que, pese a que tú me has obligado a cosas que yo no quería, la inmesa mayoría, ahora he aprendido a convivir con casi todas ellas, pronto conviviré con todas, hay que tener paciencia.
He de decirte que, he encontrado algo con lo que puedo reemplazarte, no totalmente, pero sí parcialmente.
He de decirte que, si no fuese por tí, yo no habría sentido jamás el sentimiento de tristeza, abandono, odio, rabia, o miedo. Pero tampoco habría llegado a sentar lo que siento ahora por una persona, una persona muy importante. Son tantas las emociones que siento por ella, que tú no puedes hacer nada para remediarlo.
He de decir que es demasiado tarde, y he de decir que estás acabado, y que te odio, te odio tanto, que me gustaría poder sacarte de mi cuerpo para siempre, y poder vivir sin tí, pues no me haces falta más que para bombear la sangre que corre por mis frágiles venas.
Hay tantas cosas que he de decirte, tantas cosas que explicar... Tantos sentimientos.
Los sentimientos no se explican, se sienten, y por ello en éste texto no puedo dejar por escrito todo lo que siento ahora mismo, por que es imposible, no por que yo no quiera, ni por que tú no quieras, es más, de no ser por tí, yo no habría escrito esto, y probablemente, nunca habría creado éste Blog, éste lugar, éste sitio web, éste texto, nada de aquí existiría.
Realmente, debo decirte gracias, pues de no ser por tí, yo no sería feliz. 
Debería hecharte también la culpa, pues de no ser por tí ahora no sería quien soy, alguien a quien aborrezco, la persona que soy ahora, hoy en día, casi a Miércoles 21 de Septiembre de 2011, odio al "Yo" que has creado, pero como no tengo más remedio que convivir con ésto, conviviré por mucho peso que ésto me conlleve.
Debo terminar ésta carta llena de sentimientos con explicaciones ilógicas, explicaciones que cuando lo vuelva a leer, no entenderé, explicaciones que nisiquiera el filósofo más experto podría comprender, diciéndote algo que te parece ridículo, voy a pedirte perdón.
Perdón por todas esas heridas que te he hecho a lo largo de mi vida, todas esas heridas mortales que han hecho una cicatriz que hasta el día de hoy siguen doliendo, por todas aquellas veces que, te hice llorar y lamentarte la existencia.
Perdóname por dejarte tan invulnerable, desprotejido... Pues de no ser por ello, tú no tendrías siquiera que haberme hecho sentir todos esos sentimientos de los que te he culpado anteriormente.
Por todas veces que te he hecho daño por que yo he querido, sin que tú pudieras hacer nada.
Perdóname; puedes odiarme, puedes destrozarme, impedir que la sangre siga su cauce, hacerme el daño que quieras, puedes hacer lo que quieras, pero por favor te pido, que sigas dejando todos los sentimientos que tengo hasta ahora. Pues sin ellos, una parte de mí se habría ido, y yo dejaría de ser yo mismo.
Es cierto, nisiquiera yo mismo me conozco bien del todo, pero estoy convencido de que si mis sentimientos desaparecerian, nisiquiera yo me apreciaría algo. Ya a penas me aprecio, pero aún siento algo de afecto hacia mi persona, y ese algo no quiero que desaparezca, podría hacer daño a muchos más corazones que a tí, y éso no me gusta.
Para terminar, he de decirte, que he hecho esta carta, para desahogarme, pues no quería irme a dormir con la inseguridad de poder sentirme mejor o peor al levantarme, ahora que estoy desahogado, sólo me queda llorar. Te voy a pedir el último favor; por favor, aunque sea doloroso para ambos, hazme llorar, hazme llorar como nunca he llorado, sólo así podré librarme de todo sentimiento de tristeza que hay dentro de mí, si haces esto seré más feliz. Aunque sea sólo por un pequeño tiempo, me ayudarás algo, y es importante.
Espero que recuerdes todo lo que siento ahora, para poder entenderme mejor mañana.
Buenas noches.